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Cuántos pueblos somos en el planeta? Fuimos pocos, antes, pero de características grupales más definidas. Crecimos como islas de aspectos fisiológicos y comportamientos distintos, creamos culturas propias y perpetuamos nuestros genes en determinado territorio. Entretanto, el mundo se mostró muy pequeño para el hambre de los genes en expandirse. Y su portador ha caminado mucho. Nos cambiamos en número y el territorio original como casa exclusiva se finalizó. Las casas de los diferentes genes ahora son el planeta entero. Las posibilidades de combinación entre ellos son geometricamente mayores. Así es. La vida y su código de manifestación compulsiva ha vencido todas las convenciones geopolíticas, económicas, raciales y culturales creadas por su portador más ilustre. Cabe a este ahora reajustar sus paradigmas, considerar toda la Tierra su país y empezar a mirar el universo fuera de la biosfera. Los genes no saben silenciarse.

Pisei no silício e marquei nele o formato do meu pé. Foi rápido. Quase nem notei o que havia feito. Ao apontar a lente para o chão, lá estava: desenho claro, contornos precisos denotando partes de maior e menor contato com a superfície. Manifestação de um pé de hominídeo. Sou um deles. Ocorre-me que nem sempre foi assim. Nunca pisei esse exato lugar; nunca tomei uma foto exatamente como essa e nunca escrevi sobre isso acercado das ideias como as que tenho agora. Tampouco sempre fui um hominídeo. De alguma forma estou fazendo algo novo no tempo, pois o agora é absolutamente singular. Na escala de transformação deste mundo não há espaço para inversões entre causa e efeito. O que está escrito, está escrito e a resultante disso é sempre algo sólido. Como um pegada de hominídeo no silício. Como os pensamentos, que, lançados, vasculham a pegada seguinte.

Luchamos para existir en la Tierra. En verdad, la gran mayoría de nosotros ni sabe realmente la razón, pero existimos e hicimos uso de herramientas y estrategias para continuar aquí. Breve o largamente y encadenados de infinitas maneras, invariablemente conseguimos éxito en el propósito. Y cuando las cortinas del tiempo presagian cerrarse, llegamos a ver de nuevo, con detalles, los pasos dados y el diseño de la caminata pretérita. No hay más espacio para cambiar el anterior. Lo que fue, se quedó allá, demarcado en la memoria del tiempo y en la nuestra propia, con todas las cicatrizes que la correspondiente responsabilidad pueda significar. Pero, estados melancólicos y de euforia a un lado, en estos sublimes momentos otras dos reflexiones son recrudecidas: la resignación de ser quien se fue, efectivamente, del rastro incambiable que se ha dejado, haya sido él predominantemente bueno o malo, sin las máscaras de la personalidad. De otra parte, la indestructibilidad del existir que, por su

Na estrada evolutiva do princípio inteligente das coisas muitos são os estágios. Lançar a vista em qualquer direção e deparar-se com seres individualizados, com máquinas muito próximas a sua, é didático e comovente. Sentir-se muito próximos a eles sugere razões triviais nativas na interação comensal e de instintividade. Mas, há algo mais. Como seres daqui somos materiais do mesmo universo dando forma a consciências que não sabem morrer. E estas não sabem porque não é de sua natureza a morte. De sua natureza é o evoluir. Ad aeternum. Em mundos, etapas e estágios. Daí vem nossa fiel proximidade.