Programación
Luchamos para existir en la Tierra. En verdad, la gran mayoría de nosotros ni sabe realmente la razón, pero existimos e hicimos uso de herramientas y estrategias para continuar aquí. Breve o largamente y encadenados de infinitas maneras, invariablemente conseguimos éxito en el propósito. Y cuando las cortinas del tiempo presagian cerrarse, llegamos a ver de nuevo, con detalles, los pasos dados y el diseño de la caminata pretérita. No hay más espacio para cambiar el anterior. Lo que fue, se quedó allá, demarcado en la memoria del tiempo y en la nuestra propia, con todas las cicatrizes que la correspondiente responsabilidad pueda significar. Pero, estados melancólicos y de euforia a un lado, en estos sublimes momentos otras dos reflexiones son recrudecidas: la resignación de ser quien se fue, efectivamente, del rastro incambiable que se ha dejado, haya sido él predominantemente bueno o malo, sin las máscaras de la personalidad. De otra parte, la indestructibilidad del existir que, por su vez, sólo se despide de un lugar.
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